Porque sólo cuando te tengo a mi lado soy capaz de pensar que el cielo existe, o que la felicidad está a tan sólo mil y una caricias en tu cuerpo. Que después de dar tres pasos por cada uno de tus lunares y un beso, llegaré a poder avistar la cosa más maravillosa del mundo.
Que, tal vez, después de novecientos noventa y nueve besos, podré que conseguir que no dejes de sonreír ni un sólo segundo.
Pero cómo conseguir todo esto si te tengo tan lejos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario