Este es mi pequeño diario de sentimientos, con el que día a día escribo lo que pienso para poder desahogarme, gracias por leerme. Un beso.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Esta es la escuela de la vida.

Que nada mejor que la risa de un niño para curar las penas, o volver a los tiempos donde éramos pequeños, sin problemas, sin preocupaciones... Que nuestro mayor sufrimiento era no poder salir a jugar, o que mamá no nos dejase salir a la calle porque estaba lloviendo.
Pero, todas las risas, las tonterías, ¿dónde quedaron? ¿Dónde están nuestras conquistas pirata en los castillos del parque? ¿Qué ha pasado con los interminables pilla-pilla ayudándonos de los toboganes para que no pudieran atraparnos?
Todo eso, para la mayoría de la gente, ya no existe. Y es una pena, porque cuando la vida nos asfixia con un millón de problemas, lo mejor es volver a esos tiempos, esos recuerdos que tan sólo son eso, recuerdos, recuerdos de los niños que antes éramos y que vivirán eternamente en nuestro corazón.


jueves, 24 de noviembre de 2011

18'♥.

He estado muy equivocada todo este tiempo, he estado ciega, mi mente era un completo desastre en donde nada tenía sentido...
Pero ya no, ya está todo más que claro.
Que te quiero, ¿sabías? Más que ayer, pero mucho menos que mañana, porque lo que siento por ti va creciendo por segundos más que por días...
Y si la vida son dos días yo quiero estar 3 a tu lado, y no separarme de ti ni un solo segundo. Abrazarte como si se me fuese la vida en ello y no dejar de besarte hasta que estés morado por no poder respirar...
Porque solamente os necesito a ti y a tu sonrisa, a tus abrazos y a tus besos, tus interminables caricias y tu felicidad tan contagiosa que siempre sabe alegrarme los días.
¿Y qué haría yo sin tus piques o sin tus enfurruñamientos cuando te digo que yo te quiero más? Eso, cariño, es lo que hace que ría a carcajadas por ver cómo se forma una pequeña arrugita en tu frente cuando frunces el ceño de esa forma que sólo tú sabes hacer y que tanta gracia me hace... Porque persona más linda y más mona que tú jamás existió ni existirá en todo lo que dure la eternidad, ni tampoco luego.
Tan sólo decirte, que te quiero, y que tú eres lo único que necesito para vivir.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Abschied...

Y pensar que hasta hace un mes estaba sentada a tu lado, riendo con las cosas que decías de que la juventud esto y la juventud lo otro, que hasta hace un año o así estaba en tu casa, buscando caracoles entre las macetas.
Que no hace mucho pasabas por al lado mía y me decías que cada día estaba más grande y más guapa, y me dabas un beso...
Pero ahora... ¿Ahora qué? Te has ido para siempre, y yo sin poder despedirme de ti, ni un simple te quiero, ni un siempre te recordaré, ni tan siquiera un beso...
Que para mí fuiste una madre, y eso nada lo va a cambiar, ni siquiera esto. ¿Que te echaré de menos? Como a nadie, pero yo qué puedo hacer aparte de llorar por tu ausencia...
Que el tiempo lo cura todo, o al menos eso dicen, pero esto no lo conseguirá curar, nada lo podrá curar...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Etwas anderes.

Digamos que esto es algo a lo que ya me he acostumbrado pero que cada vez que ocurre me sigue doliendo como si me partieran en trocitos tan pequeños que fuese totalmente imposible volver a saber de quién es el cuerpo, que todo lo que tengo va desapareciendo lentamente mientras tus pasos se alejan cada vez más y más de mí. Que siento que me falta el aire y que por mucho que mis pulmones luchen por conseguir aire no lo consiguen y siguen ardiendo por no tener oxígeno suficiente para mantenerme con vida...
Tal vez esta sea otra vez más entre tantas, que no importa nada, igual que la anterior. Que no importaron ni importan, y tal vez tampoco lleguen a importar nunca, porque yo no importaré jamás.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Nichts.

Ya volvemos a los mismo días insignificantes de siempre, los mismos mensajes imposibles de descifrar, las mismas estupideces de siempre y que no vienen a cuento... Podrías explicarme, mi amor, ¿a qué viene todo esto? Cariño, sólo estás consiguiendo ahogar lo que siento por ti con mil millones de peleas, con mil millones de situaciones en las que me has hecho sentir como una mierda... Sí, como una mierda, y no te exagero, porque es así como me siento cuando me tratas como lo haces sin yo hacer nada, sin yo haber abierto la boca siquiera...
Dime qué puedo hacer yo en estos momentos, aparte de echarte de menos y tratar de frenar estas lágrimas imparables que corren ágilmente por mis mejillas hasta llegar a su destino, mis labios. Y más tarde chocan contra estos folios con los que me desahogo y con los que trato de cambiar, aunque sólo sea un poco, la locura en la que se ha formado mi vida.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La madurez ha tocado a mi puerta y no pienso dejarla escapar.

Estoy madurando. Hoy no me he rayado, sino que he buscado el lado positivo y he sacado conclusiones. Estoy tratando de ver lo que me ha mejorado esta situación y que por mucho que me haya dolido, he crecido gracias a ello y me he hecho más fuerte. Y no lo recuerdo con rencor ni le tengo rencor a esas personas, con ella hablo de buenas y la conozco desde hace 11 años... Y, siendo sincera, quitando toda esta mierda la quiero, pero no quiero que nos arreglemos porque no la he perdonado del todo, ni tampoco a él. Quiero que pasen los años, cinco diez, los que sean necesarios y que todo esto se arregle. Poder recordarlo y no echarme a llorar, poder decirme: "Sí, fui fuerte, lo superé y no hice la estúpida tirándome a sacarle los ojos a nadie". 
Sólo quiero acabar con todo.
Que sí que lo hicieron mal y se equivocaron, pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse, y yo no soy nadie para quitarles ese derecho, porque soy la primera que se tropieza mil veces con la misma piedra... Así que al contrario, estaré allí ayudándoles con todo lo que necesiten.
Estoy aprendiendo a dejar la mierda a un lado, a no rayarme, a controlarme y a pensar fríamente las cosas, intentando sacarles el lado positivo y lo bueno para mí, intentando madurar con todo y viendo esos fallos para no cometerlos yo. Pero una cosa sí tengo clara, llegaré a perdonarles, pero no lo olvidaré. No quiero ser la tonta que perdona y olvida y luego vuelve a pasarle lo mismo, no. Eso ya no. Esa niña estúpida ha muerto esta tarde, y la que se montaba una paranoia detrás de otra con todo lo que le ocurría también. Ahora está la niña que intenta madurar y sacarle provecho a estas cosas dejando a un lado los cuentos que se montan en su cabeza.
Voy a empezar a ser un poco más fría, un poco más inteligente con lo que a mi persona se refiere, voy a quererme y a valorarme más, pero sin ser del todo egoísta.